Una razón corta

En un mundo donde la realidad inmediata exige prepararse en la compresión y dialogo del lenguaje oficial de las elites, levantarse para estudiar otro mundo lingüístico es un acto supremo de soberbia y estupidez, pero también de libertad y gallardía. Seguramente aprender otro idioma no sirva para nada si no tienes algo que decir. Da lo mismo ser un mudo en español que en italiano. Por otra parte, debe ser muy distinto señalarle con la mano al vendedor de que por favor un caffe ristretto en lugar de un tinto.

De eso me sostengo a diario, de una falsa esperanza o una ingenuo futuro, de que aprender un lenguaje bastante fuera de lo ordinario pueda sacarme de mi realidad para ponerme en otra. Al menos es una razón y una meta que permite levantarme y siquiera intentarlo.


"Cosenza, Calabria, Italia" by pom'. is licensed under CC BY-SA 2.0.


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