La libertad
El mayor logro fue incrustar el miedo por cosas que antes eran simplemente normales. Descubrir personas nuevas, aprender de los otros, transportarse hacia algún sitio o desarrollar nuevos pasatiempos, todo compartía el mismo tufo de muerte. La consigna era clara, nadie podía mostrar su rostro en publico bajo la pena de tortura. Cada dos semanas se decretaban toques de queda para controlar a la población. Si era posible no había que abandonar los hogares. Pronto las personas fueron clasificadas y se les asigno números de matriculas para controlar sus permisos de salida. Los ancianos perdieron todos sus derechos y libertades civiles. Los niños fueron castigados y encerrados, solo podían comunicarse por medio de caracteres a través de pantallas fluorescentes. Los adultos llamaban a eso progreso y decidieron por si mismos, además del trabajo, torturarse adquiriendo este nuevo habito. Para Esteban Blanco, un típico oficinista de una típica empresa que importaba típicos productos, la única d