Una relación epistolar

Se han detonado cerca de una veintena de cargas, la última lo hizo hace seis soles estándar, se supone que el traje me despertaría cuando fuéramos por la mitad. Oh claro, niveles de materia muy bajos, al parecer me estoy alejando demasiado de cualquier objeto disponible. El planeta más próximo no esta muy lejos, tendré que encontrarlo antes de consumirme.  Genial, el universo comenzó a colapsar. Al parecer me encuentro enterrado por al menos tres eras geográficas de algún planeta. Bastante común, si me lo preguntas. Ojalá alguien me preguntara algo, de todas formas, que podría decir, todos los días son lo mismo. Primero flotas en el espacio, haces tu trabajo, analizas la información que te llega desde los diferentes puntos del universo para determinar si las cargas explotaron adecuadamente. Duermes unos soles más, tampoco vas a pasar toda la eternidad mirando un fondo negro y vacío. Si tienes suerte puedes caer dentro de una estrella o un cuásar, lo más molesto es cuando terminas dentr

A pesar de encontrarse dentro de la tranquilidad que su mundo ordenado le proveía, dejaba todo por salir a reunirse con nadie, en ningún lado, para escaparse de la mediocridad y desesperanza que le rodeaba. Salía, muy en contra de su voluntad, a una ciudad que no complementaba sus necesidades, que no le proveía absolutamente nada, ni siquiera un solo lugar donde pudiera escaparse de sí mismo.  Cuando ya, agotado de su huida, liberado de todo su odio, decidido a abandonar por completo la simpleza y rareza de sus acciones, se viene a enterar un poco tarde de lo ordinario y aburrido que es el mundo para las personas buenas, que solo desean, dentro de sus límites, extrapolarse hasta los extremos. Y los otros, aquellos asqueados del humo y el salvajismo, indiferentes a los primeros, que no saben hacia donde más mirar, ya que, triunfantes y no reprimidos individuos que dependen su felicidad de la plasticidad química autoinducida, nos dan la lección más importante de todas, que el placer más

Para quien haya decidido estar aquí, es importante comprender que este texto no es un tratado de psicología o cualquier cosa de ese tipo. No soy un profesional de esa rama, y mi conocimiento ante este tipo de temas solo es a nivel de aficionado; por eso no debe confundirse si encuentra algunas posturas que podrían considerarse subjetivas y sin fundamento. Mi intención es construir textos narrativos que de alguna forma transmitan una historia, o como en este caso, alguna idea que podría considerarse de algún valor. Recientemente, aprendí y experimenté el verdadero impacto que nuestras palabras y acciones pueden generar en los demás. Entender cómo estos elementos pueden dejar cicatrices tangibles, es importante para percibir lo que está mal y solucionarlo. Moverse entre esas ramas es un tramo peligroso, y cuando ni siquiera somos capaces de soportarnos a nosotros mismos, es irresponsable pretender ayudar a los otros; se corre el riesgo de actuar incongruentemente, de herir y generar efec

Nada cambia más la vida de las personas que experimentar eventos traumáticos. Es trágico para quienes los padecen, y mucho más cuando ni siquiera se sabe que están allí. Piensan que enmudecer, o salir corriendo, o llorar sin razón aparente, o aferrarse al dinero o a las personas son cosas normales, incuestionables, heredadas por nuestros linajes, que toda la vida han estado junto a uno y nada las hará cambiar. Estas situaciones son las responsables de nuestro comportamiento, modifican nuestro cerebro, nos generan, de forma literal, una cicatriz que determina nuestra conducta frente a eventos particulares. Solo quienes descubren esto, y están dispuestos a solucionarlo, pueden encontrar una forma de remediarlo. El día que aprendí esto me encontraba frente a la pantalla del teléfono. Saltaba de ver  memes a los top diez sobre alguna cualidad de los tauros, luego más memes, y después alguna infografía sobre explicaciones de salud mental o psicológica. Fue genial darme cuenta lo realmente t