Cuento de navidad
Nadie conoce el momento exacto del cambio, fue cosa de un par de generaciones más o menos. Al final, todo se redujo a estar encerrado en la noche bajo el efecto hipnótico de pantallas fluorescentes y aguas amargas supuestamente alcoholizadas. Una situación sumamente lamentable para los habitantes de esta localidad. Quienes aún, a pesar de no contar con una identidad o criterios propios, buscan desesperadamente razones para sobresalir y continuar una vida con sentido. Todo aquello pasaba por la mente de Arturo, un individuo promedio e insatisfecho de su existencia que, mientras comía con desgano una hallaca con aceitunas, perturbaba su mente con canciones cuyo intérprete no podía articular correctamente ningún sonido que transmitiera mensaje alguno. Se encontraba ante esa situación cuando encontró una pequeña nota dentro de la masa. Se podía leer claramente cuatro números : 2126. Indudablemente como buen supersticioso, e ignorando el sentido común que no le impidió seguir comiendo, apo