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Mostrando entradas de enero, 2022

¿Cuánto se debe esperar?

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Realmente qué estoy esperando. Cual es la razón que me obliga, por un lado, a buscar una aprobación que no necesito, y por el otro, intentar solidificar una situación que se condenso de un pequeño vapor de aleatoriedad. Porque, como si de una extraña condición sintomática se tratara, adopte el insano ritual de esperar la luz intermitente que se cuela por la ventana de mi habitación y me avisa que otra vez esta allí. Quién se supone que esta encendiendo y apagando ese foco, no lo sé. Descubrí que solo ocurre cuando es el otro quien quiere hacerlo.  Me atormenta pensar en lo desconocido de aquella nueva situación. Ahora ya no vivo solo en mi mundo, me convertí en el anfitrión de un visitante que se adentra cada día más mientras navego y descubro su mundo también. Un mundo con colores nunca vistos. Donde los ojos te miran con una profundidad azul que se torna verdosa hasta el punto en que no distingues si son tus ojos o los otros quienes realmente ven la realidad. Pese al miedo que me inv

Los sueños de un mino tauro

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Lo que se suponía debía ser una fiesta rápida con baile y comida gratis, terminó siendo un estudio antropológico sobre los huesos, frijoles y normas regulativas del invima. Tal vez usted, señor lector, piensa que está situación es exagerada y posiblemente una buena puesta en escena, no lo culparía. A quien le cabria en la cabeza que semejante situación ocurriera durante una fiesta mormona con fines de procreación para sus adeptos más jóvenes. No quiero abusar de su generosidad y le pido por favor que no me crea, claramente esto es un chiste, jamás ocurrió. Lo que sucedió realmente fue algo aterrador, porque detrás de una enorme puerta que separada aquel salón en dos, se encontraba un tenebroso monstruo de huesos que acechaba y espiaba a todos aquellos amantes del agua saborizada a roca. Por suerte no estaba solo, a mi lado se encontraba una persona que anteriormente se había enfrentado a este tipo de seres, me aconsejo aquel dicho de la tonada de polanca: no vean a los monstruos; y eso

El día después de reyes

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Al momento de llegar no comprendí nada, la carta de aquel viejo conocido, que me invitaba a pasar unos días en su casa, no mencionaba la preparación que se estaba realizando para dar inicio a la celebración del gridin, una fiesta bastante particular pero poco conocida. Su nombre, según me explicaron, es una expresión bastante dramática que fue acuñada por los locales desde los primeros años de aquel pueblo. Su traducción viene siendo algo como: “el nacimiento de las cosas buenas que pasan solo una vez en la vida, pero de las cuales solo se tiene el recuerdo y el anhelo”. Me narraron la historia de una pareja muy antigua, que sin tener absolutamente nada en común, fueron construyendo la leyenda que se apegó a la cultura propia de las personas de la región. Algo así como los fundadores de un pueblo ya existente, pero del que nadie parecía haberse dado cuenta hasta ese momento. En la plaza central se celebró una pequeña puesta en escena. Un cielo oscuro con estrellas y una enorme luna ado

Cuando se camina solo

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La vida se enciende durante los breves instantes en que me desplazo sobre la bicicleta, juego ping pong, camino solo por la ciudad o descanso bajo la sombra de un árbol en cualquier parque. El resto del tiempo no es más que una perpetua oscuridad. A lo lejos solo se oyen voces que ordenan hacer esto porque otro individuo más ciego que yo lo necesita y pagó por ello. En ocasiones, me sorprendo por la habilidad que poseen algunos para desplazarse en sus quehaceres diarios y no dar de bruces contra una puerta o una escalera mal puesta. Otros, de manera diferente, prefieren ignorar la oscuridad, se convencen a sí mismos que tal cosa no existe hasta el punto de invertir sus significados, y llaman claridad a lo obtuso y definen como lujo de vida la pasividad y grasosa instancia sobre una sillón. Mientras me convenzo, y espero algún día estar felizmente equivocado, sobre la absurda rutina de hacer lo que no queremos. Individuos, supuestamente formados para alcanzar el desarrollo personal, se